
Paz, diálogo y comprensión. Esos son algunas de las máximas que definen el pontificado del papa Francisco y su propia personalidad. Así y más expresaron varios latinoamericanos para quienes el sumo pontífice de la Iglesia católica romana, desde su cercanía y humildad, entiende a la perfección el corazón humano y nuestra realidad, en el artículo «Francisco en América Latina: Un Papa que nos entiende» de la periodista y editora multimedia Rosa Muñoz Lima.
Muchas son las voces que por estos días, preocupadas por su salud, han comentado y recreado la vida y la obra de Jorge Bergoglio, de origen argentino, que adoptó en 2013 el nombre de Francisco luego de ser elegido en el cónclave como sumo pontífice.
Se destacan, entre tantas de sus actitudes y posicionamientos, su apertura de la Iglesia al mundo exterior como ninguno de sus predecesores; el reconocimiento de la vulnerabilidad, «pecado y desvíos» de la Iglesia, según la teóloga colombiana Viviana Forero, así como su «pronunciamiento en favor de las víctimas de abusos sexuales e institucionales»; su acercamiento a «la comunidad LGBTIQ+, la migración, los refugiados en todo el mundo», y «la promoción del diálogo interreligioso», en palabras de la presbítera gobernante de Ia Iglesia Presbiteriana Reformada y directora ejecutiva del Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba, Rita García; «su ejemplo de amar a Dios y amar al prójimo, tanto con sus palabras como con sus obras, desde la cercanía, sencillez, alegría y humildad», según la religiosa mexicana Micaela Villa, de la congregación Carmelitas de San José; o su las propias ideas del papa Francisco en sus cuatro encíclicas, que ofrecen principios rectores para los fieles y que invitan a la reflexión: Lumen Fidei en la que reflexiona sobre la fe; Laudato Si, en la que invita a proteger el planeta, al que denomina «nuestra casa común»; Fratelli Tutti, dedicada a la fraternidad y amistad social y Dilexit nos, en la que indaga sobre el amor humano y divino del corazón de Jesucristo.