POR UNA ATENCIÓN DE CALIDAD. ESCUELA DE CUIDADORES EN CCRD-CUBA

Durante cada uno de los encuentros se insistió en cómo la compasión y la comunicación eficaz son la base de una prestación de cuidados de calidad
Durante cada uno de los encuentros se insistió en cómo la compasión y la comunicación eficaz son la base de una prestación de cuidados de calidad

La capacitación integral a cuidadores tiene un impacto directo en la calidad y seguridad de la atención brindada. Quienes se dedican a ello, adquieren competencia en la administración de medicamentos, en el manejo de equipos médicos y en el reconocimiento de señales de advertencia. Todo ello minimiza el riesgo de errores, previene accidentes y garantiza el bienestar de los destinatarios de la atención.

Ese fue uno de los propósitos de la Escuela para cuidadores que durante este mes –los viernes– sesionó en el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba, bajo la supervisión de las doctoras en Medicina General Integral (MGI) y especialistas en Gerontología y Geriatría, Yudileyvis Santana García y Yenisleidy Fonseca León. Sus consejos y saberes se tornan ahora en herramientas poderosas para empoderar a quienes asumen la responsabilidad de cuidar a los demás. Ese conocimiento transmitido incide directamente en el mejoramiento de habilidades, en la confianza y la resiliencia necesaria para afrontar los desafíos del cuidado.

Así se apreció en cada una de las clases, donde no faltó el componente práctico. Hoy, por ejemplo, se ejercitó la aplicación de primeros auxilios y las técnicas para medir la presión arterial y glicemia.

Por supuesto que falta mucho por aprender y practicar, pero desde ya, al comprender las complejidades de diversas afecciones, protocolos de tratamiento y bienestar emocional, pueden brindar una atención más eficaz y compasiva. Así lo expresó la especialista en Gerontología y Geriatría Dunia J. Díaz Camellón en las conclusiones de este curso, a través de videoconferencia (se encuentra en misión internacionalista en Italia), al tiempo que las felicitaba por recibir el certificado que las acredita para ejercer como asistente a domicilio, e instaba a continuar con el aprendizaje.