LABOR Y PROYECCIONES DEL CENTRO DE INFORMACIÓN Y DOCUMENTACIÓN DEL CCRD-CUBA

Durante la asesoría a estudiantes que preparan sus seminarios integradores
Durante la asesoría a estudiantes que preparan sus seminarios integradores

Hacia las bibliotecas públicas, desde finales de los 80 del siglo pasado, se manifiesta un desinterés social. Primero como consecuencia de la distracción que suponen las alternativas de ocio del tipo audiovisual (cine, radio, televisión), así como la creación de nuevos sistemas y espacios de comercialización del libro; segundo, y con notable agudización, por el uso progresivo de Internet como vía para acceder a la información.

Para lidiar con esta realidad, una de las maneras es hacer de la biblioteca un espacio cultural con múltiples maneras de acercar al público. Sobre este supuesto, trabajan Cindy González y Denise Lima, especialistas del Centro de Información y Documentación Rev. Raúl Fernández Ceballos.

Cada día se abren las puertas de este Centro Cultural para atender las necesidades de información o de asesoría de distintos usuarios. En este sentido, son impartidas las clases a estudiantes que se preparan para su ingreso a la Educación Superior, en las asignaturas de Español y Matemáticas.

Sin descuidar su labor en la clasificación y catalogación de libros y documentos, Cindy y Denise, en colaboración con especialistas de otras áreas del CCRD-Cuba, dedican parte de su tiempo a planificar otras actividades. Es el caso de “La hora del cuento”, un espacio para los infantes pactado el cuarto sábado de cada mes. En este se promueve la lectura y la fantasía, pero también valores culturales, mediante la combinación de juego y aprendizaje. Otra es la dedicada a las personas de la tercera edad, “Por una vida plena”, donde se propicia el intercambio de saberes diversos o se reflexiona sobre un tema elegido.

Exposiciones artísticas, tertulias y cine debates también forman parte de las actividades del Centro Cultural, así como la coordinación de las clases de baile y canto iniciadas recientemente en nuestro CCRD-Cuba. Responden estas últimas a necesidades comunitarias en cuanto a la existencia de espacios alternativos que permitan el desarrollo físico, intelectual, comunicativo y social de los más jóvenes.

Todas las prácticas culturales que allí se proyectan tienen en común el hecho de tomar y organizar valores promovidos por el CCRD-Cuba, que circulan y son compartidos en sociedad, tales como la cultura de paz, el respeto, la equidad. Es esta una excelente manera de tocar la sensibilidad de quienes en ellas participan.