MÁS DE 20 AÑOS EN EL ACOMPAÑAMIENTO A VÍCTIMAS DE VIOLENCIA

El trabajo con adolescentes y jóvenes resulta fundamental para educar en valores y prevenir violencias
El trabajo con adolescentes y jóvenes resulta fundamental para educar en valores y prevenir violencias

El acompañamiento a víctimas de violencia, como un ejercicio de estricta confidencialidad, ética y responsabilidad profesional, ha sido un puntal en la labor del Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba desde su concepción fundacional en 1992.

En este sentido, el Programa de Atención Psicopastoral que allí radica, anualmente atiende a más de 700 familias que asisten en busca de ayuda.

Entre las acciones que se han desarrollado durante estos años destacan la consejería a parejas y a mujeres, la atención al adulto mayor y a menores víctimas de abuso sexual.

Las personas que solicitan su servicio pueden recibir ayuda para alcanzar una mejor comunicación y comprensión; en lo referente a disfunción sexual; orientación en el manejo educativo de los hijos, embarazo en la adolescencia, prevención de violencia, entre otras temáticas.  Ellas son tratadas desde diferentes espacios: en psicoterapia grupal para adultos, adolescentes junto a sus padres, consejería pastoral. Uno alternativo, que complementa el acompañamiento, es el de Medicina Natural y Tradicional –terapia floral–, que funciona desde el 2016.

Todo ello se ha visibilizado, siempre con la intención de educar a la población o en aras de prevenir cualquier manifestación de violencia, en libros elaborados en la institución, artículos publicados en la revista Reflexión y Diálogo y en materiales audiovisuales con testimonios de mujeres víctimas.

El enfoque de trabajo del Programa de Atención Psicopastoral se hace desde diferentes lógicas y saberes, por lo que ha sido vital establecer alianzas con actores locales –líderes de iglesias, profesionales de la salud, profesores–, instituciones y organismos estatales como la Federación de Mujeres Cubanas, Tribunal, Fiscalía, Oficina de Atención a Menores, los cuales comparten nuestra visión y valores.

En la trayectoria recorrida se han ido sensibilizando, y sumando, decisores locales y diversos profesionales. Ellos constituyen hoy, desde sus respectivos lugares de incidencia, la primera línea de ayuda.

A ellos, como a los que desde el CCRD-C laboran, les alienta escuchar, de parte de quienes han sido acompañados, cómo y cuánto ha cambiado su vida.