
A menudo escuchamos la expresión “los adolescentes solo tienen que estudiar”. Esta, entre otras frases, se hacen populares en el imaginario cotidiano y dejan huellas en la vida de chicos y chicas, así como de familiares, maestros y de la población en general. No es de extrañar que en la práctica profesional nos encontremos con padres que no escuchan ni entienden los diferentes procesos y problemáticas por los que transitan sus hijos. Trabajar y acompañar a grupos vulnerables, nos da la oportunidad de orientar y contribuir a la calidad de las relaciones entre familia, escuela y comunidad.
Como parte de la estrategia de trabajo comunitario del Centro Cristiano de Reflexión y Dialógo-Cuba, se prioriza sumar nuevos espacios con diferentes grupos etáreos y sectores poblacionales. La comunidad Guásimas es uno de los lugares donde se trabajará este año, ejecutando diferentes acciones de formación y acompañamiento. Esta localidad, que pertenece al municipio Cárdenas, tiene dentro de sus principales organizaciones la escuela secundaria básica, a la que asisten adolescentes que provienen de familias disfuncionales y en desventaja social.
Se hace indispensable el trabajo con estas personas, para fomentar estilos de vida saludables y proyectar acciones que dinamizen el espacio comunitario, mejorando los indicadores de vulnerabilidad social que en estos momentos existen.