
Nosotros vendemos felicidad y si no somos felices, no servimos bien. Esta fue la expresión de una trabajadora de una cooperativa no agropecuaria dedicada a la construcción, mientras participaba en el taller de negocios para emprendedores, efectuado, como cada martes, a las 4: 00 p.m. en el CCRD-C. En esta ocasión se encontraban artesanos, diseñadores, dueños de proyectos audiovisuales, empleados de gimnasio y Spa. El tema central fue dirección y trabajo en equipo.
La necesidad de ampliar la capacidad de liderazgo, de identificar las cualidades y actitudes de los colaboradores, alcanzar una comunicación eficiente, las ventajas de trabajar en equipo, así como evaluar nuestros estilos de dirección para implementar el principio de la mejora continua, motivaron el intercambio de saberes.
En todo proceso de servicio, no basta con pagarle bien a la gente para impulsar su motivación y ganar su buen ánimo; dirigir es un arte que combina ideas y procesos de forma acertada en función del individuo, no de una ganancia. La autoridad se gana por la manera en que se conduce a las personas y, los clientes internos –hemos de recordarlo a diario–, merecen el mismo trato que los externos.