
“Pues, así como cada uno de nosotros tiene un solo cuerpo con muchos miembros, y no todos estos miembros desempeñan la misma función, también nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo, y cada miembro está unido a todos los demás” (Romanos 12:4-5).
La colaboración entre comunidades de fe no conoce de distancias ni diferencias. Recientemente, especialistas del CCRD-Cuba, invitados por la Iglesia Unida de Canadá y el Comité Central Menonita, pudieron visitar varias instituciones de ese país. Una de las visitas se realizó a “Health Solutions Center”, un centro de diagnósticos médicos en Sudbury, Ontario. Hermanas de la Iglesia Trinity United Church en esta localidad, que el año pasado pudieron visitar el Centro de Rehabilitación del Neurodesarrollo “Rosa Luxemburgo” en la ciudad de Cárdenas, tuvieron a bien organizar un recorrido por la institución, conocer a su director y ver las facilidades con las que cuenta. Se compartió sobre las realidades del contexto actual cubano y de las maneras en que comunidades de fe encuentran hoy para apoyar a instituciones sociales de nuestro país. Gracias al compromiso de colaboración, así como el sentido cristiano de entender que todos somos familia bajo la mirada de Dios, se pudo materializar una modesta ayuda para este centro de referencia nacional en Cuba, especializado en el tratamiento a niños y niñas. La ayuda, consistente en varios frascos de pasta de electrodo de neurodiagnóstico conductivo para ECG, beneficiará la realización de dichas pruebas en la institución cardenense. La cooperación demuestra la capacidad para trabajar de manera efectiva y respetuosa con diversas personas y equipos, hacer compromisos, crear consensos para tomar decisiones y asumir responsabilidades compartidas en tareas colaborativas.