Hacer llegar el espíritu navideño a los hogares de las personas beneficiadas por nuestra Pastoral para la atención a ancianos, personas con discapacidad y con necesidades especiales, se ha convertido en una tradición en el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba.
Cada año se elabora un menú especial para que la esperanza que nos trae el nacimiento del niño Jesús sea un motivo renovador y muestra de infinito amor. Acompañar a los más vulnerables, es también recordarles que «el verbo se hizo carne» y «habitó entre nosotros»; es cumplir su promesa de estar hasta el último día.
Muchos son los esfuerzos para llevar estos alimentos, posibles gracias a agencias donantes, iglesias hermanas, la dirección del CCRD-Cuba, el equipo de administración y la pastoral, pero se recompensan con una sonrisa amplia como una fiesta, que puede surgir desde cualquiera de los barrios cardenenses o desde la comunidad rural El Cerro.
Similar entrega se hará en la tarde-noche, cuando una parte del equipo de trabajo de nuestra institución, de manera solidaria, acuda a los hogares de personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad, aun cuando no sean beneficiarios directos de la pastoral. Hasta ellos queremos extender el mensaje de esperanza.
Les deseamos, en esta Navidad, que se multipliquen las alegrías en sus corazones con las promesas que nuestro Dios nos ha hecho y que cumple cada día.
«Las misericordias del Señor nunca se terminan, cada día se renuevan. Grande es su fidelidad’ ¡Bendiciones!
