EL VERDADERO CUIDADO

Dinámica grupal en función de construir el conocimiento en cuanto a los roles familiares
Dinámica grupal en función de construir el conocimiento en cuanto a los roles familiares

Ante la interrogante que lanzara Yessi Sánchez, una de las psicólogas que trabaja en el CCRD-Cuba, sobre la cantidad de tiempo empleado por las mujeres para su cuidado, las miradas fueron de cierta incredulidad. No es que no supieran sobre ese concepto y sus consecuencias, sino que emplean su tiempo en los demás y poco o nada en sí mismas.

Esta realidad presente en la comunidad de la Iglesia Cristiana Reformada de Jagüey Grande, puede manifestarse en cualquier otra de nuestro país o del mundo, porque la mujer es concebida en ese rol de cuidadora por excelencia. Es ella la que protege, educa, sostiene, y no piensa en sí misma como merecedora de cuidados y espacios dedicados a su bienestar.

En ese sentido se encaminó la reflexión, para luego centrarse en estrategias de cómo repartir los quehaceres domésticos sin que pesen sobrecargas. Cada individuo sabe cuándo necesita ayuda y, por lo tanto, es consciente de las acciones específicas que debe realizar en favor suyo. Sin embargo, en muchas ocasiones, la persona elige la no-acción; es decir, elige no iniciar una conducta de autocuidado cuando es necesaria, por razones como ansiedad, temor, o por tener otras prioridades. Eso debe acabar, porque genera desgaste físico y mental, con notables consecuencias en los que nos rodean.

Las soluciones que derivaron de este debate fueron construidas entre las asistentes al taller, quienes decidieron aplicar los conocimientos y emprender tales cambios ya. “Entonces sí se crearía un cuidado sano, que incluya a todos los integrantes de la familia y comunidad”, concluyó una de ellas.