
Valores esenciales para la vida en familia y en comunidad, son dados a conocer en los intercambios de buenas prácticas que se efectúan con líderes y activistas de las comunidades visitadas en recorridos exploratorios por parte de especialistas del CCRD-C.
En Carlos Rojas, Jovellanos y Pedro Betancourt, fueron expuestas sus experiencias en el trabajo con mujeres y familias vulnerables; el acompañamiento a las personas de la tercera edad; los reajustes para que los discapacitados no sean segregados, sino que se incluyan en la dinámica vital cotidiana.
Se pudo conocer sobre las experiencias del cultivo de la tierra y su tratamiento, explorando los terrenos que ocupan patios familiares y tierras arrendadas en usufructo.
Mujeres beneficiadas por el CCRD-C, mediante donación de artículos o fondos, en tanto capital semilla, para iniciar pequeños negocios en Carlos Rojas, comentaron sobre los cambios más significativos que esto generó en sus vidas.
La participación de representantes de iniciativas y experiencias de proyectos comunitarios hizo posible la planificación de actividades para contribuir al autodesarrollo. Se trata de acompañar y asesorar al sector no estatal, educándolos en la práctica de la economía social solidaria, la necesidad de articularse y de establecer, de ser posible, el encadenamiento productivo. Todo ello garantizará la sostenibilidad.
Sobre lo que somos y queremos ser, como individuos, como familia, como país y como humanidad, se centraron los debates. Coincidimos en la necesidad de emprender acciones con fines educativos y reinsertar en la vida social a víctimas de violencia, a enfermos alcohólicos, desvinculados laborales, personas negras, integrantes de la comunidad LGBTIQ+, así como aquellos que se prostituyen.