
La Navidad es tiempo para compartir y amar. Niños y niñas protagonizaron una tarde de risas, bailes y canciones. Junto a los infantes, con edades entre 1 y 5 años, sus familiares, el proyecto Grandes Ilusiones, y adolescentes y jóvenes de la Iglesia Presbiteriana Reformada Juan G. Hall de Cárdenas, celebramos.
La vida de nuestros niños y niñas transcurre en este escenario de cambios inesperados y situaciones amenazantes que ha significado la pandemia, no obstante son distintivas su capacidad de adaptación, asimilación y creatividad, cualidades que permiten su transición exitosa por situaciones insospechables.
La música y el arte en general juegan un papel determinante para aliviar y sanar. Hemos tenido que reinventarnos y cambiar nuestra concepción con respecto a la vida.
Este encuentro, coordinado por el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba en alianza con guarderías de la ciudad, abre puertas a otras actividades que disfrutaremos en próximos meses y que evidencian cómo a pesar de los efectos de la pandemia, hay motivos para celebrar, para reconocer esas experiencias resilientes, esas fortalezas que resultan del aprendizaje de los contratiempos y seguir adelante.
No hay mejor manera de despedir un año que ha sido difícil, pero también lleno de oportunidades para aprender y crecer.