
La rutina, el trabajo, las preocupaciones, el ritmo acelerado e inquebrantable del tiempo, son causa de incredulidad, fatiga y sed espiritual. En medio de estas situaciones, el mensaje de las Sagradas Escrituras en Juan 7:37-38, viene a refrescarnos, recordando que Jesús es la única fuente de la que podemos beber y no tener sed jamás.
En torno a esta cita bíblica giró la reflexión del Dr. Samuel Hernández, pastor de la II Iglesia Bautista de Cárdenas, en el tiempo devocional de los trabajadores del CCRD-C, que, como cada viernes se reúnen para orar, leer la Biblia y meditar.
Vayamos a Jesús y pongamos nuestra fe en Él –fue la exhortación del pastor– para que de nuestro interior corran ríos de agua viva.