EL CCRD-CUBA REINICIA SU LABOR

Con cantos y alabanzas reiniciamos nuestra labor
Con cantos y alabanzas reiniciamos nuestra labor

El arribo de septiembre indica el “segundo comienzo del año”. Concluyen las vacaciones de verano y se regresa a la rutina laboral. Lo idóneo es dar la bienvenida a esta vuelta a las responsabilidades y obligaciones, pero eso no es sencillo, pues implica desprenderse de un tiempo en que se puede despertar o dormir a cualquier hora; en el que lo programado en la “agenda” es solo esparcimiento o la resolución de asuntos personales. Y ahora se trata de reasumir un ritmo de vida acelerado y retomar el trabajo, acumulado tal vez, lo cual puede generar ansiedad en ese recurso principal de cualquier empresa: las personas que la forman.

Aquí juegan un papel primordial los directivos y coordinadores, quienes han de generar acciones para hacer más llevadero ese retorno. Crear una estrategia en este sentido, que apunte al bienestar de las personas, a atender sus necesidades o simplemente hacer que se sientan cuidadas y escuchadas, puede incidir positivamente en su motivación.

En nuestro Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba, reiniciamos con un devocional dedicado a la dicha de refugiarnos en Dios, lo cual fue expresado en textos y cantos.

Previo a este encuentro, se habían creado las condiciones en los locales, con la debida limpieza y fumigación, así como la puesta en funcionamiento de los equipos. Ya en labor, se efectúan reuniones de coordinación, generales y por departamento, para planificar el trabajo hacia las comunidades; conocer los futuros cursos de capacitación y actividades artístico-culturales; pactar los horarios de atención de los psicólogos y de las consultas de Oftalmología, Otorrinolaringología y Medicina Natural.

Otras áreas, como la Pastoral para la atención a ancianos, personas con discapacidad y con necesidades especiales, y la Pastoral para la protección al biosistema (finca El Retiro), no han cesado; por lo que se trata de hacer los ajustes pertinentes en cuanto a horario y contexto.

Es esta etapa un buen momento para repasar en equipo los objetivos generales de la institución, y la misión y visión que nos guían. También para revisar proyectos y procesos, bien para mantener el rumbo que llevan, bien para hacer algún reajuste. Desde ahí, ponemos nuevamente en marcha las acciones que contribuyen al bienestar de las personas y al desarrollo comunitario.