LA REALIZACIÓN DE YAMILÉ

Yamilé Casal Pérez
Yamilé Casal Pérez

Respetuosa, acostumbrada al trabajo de servicio, de trato agradable y con aire de humildad. Así es Yamilé Casal Pérez, diaconisa de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en Cárdenas y una de las mujeres que integra el equipo de la Pastoral para la atención a ancianos, personas con discapacidad y necesidades especiales. Cuando ya estamos listos para hacer la entrevista, me pregunta, con algo de preocupación en la mirada, si va a ser grabada en video, y respira aliviada cuando niego con la cabeza. No se trata de vanidad, sino de un profundo respeto de sí misma.

En este tiempo de pandemia hemos atendido de manera general y personalizada a las personas con necesidades especiales… vulnerables, que son beneficiarios de la pastoral. Son variados los servicios que les brindamos, velando siempre por su salud y su cuidado personal, por su apariencia: pelado, afeitado y corte de uñas de manos y pies. También se les hace un acompañamiento especial. Uno espiritual donde se lee la Biblia o se tiene un momento de oración. Se conversa con ellos sobre sus problemas cotidianos y sus necesidades. Este es un momento donde ellos se expresan… compartimos risas, historias de vida, el cual aprovechamos, a veces, para compartir con un té.

Algunas veces, mientras conversamos, alguna de nosotras –se refiere a Lilian o Maribel– acude a hacerle alguna gestión o “mandado”, para evitarle que esté exponiéndose en este tiempo de pandemia.

Ya tiene casi un año de trabajar en la Pastoral y tres de hacerlo en nuestra institución. Su tiempo laboral lo comparte con la trabajadora social Lilian Riverón y con la Lic. en Enfermería Maribel de la Caridad Domínguez. A veces también con Isis Ruiz Hernández, coordinadora de la Pastoral, quien de vez en vez realiza el recorrido rutinario con ellas, bien porque pretende visitar a algún beneficiario cuya salud está algo desmejorada, bien porque se extiende la reunión de coordinación que realizan los lunes. La pastoral la completan los cantineros Juan A. Bello Martínez y Ernesto Santos Galvez, encargados de hacerles llegar los alimentos, de lunes a viernes, a los beneficiarios.

De manera especial visitamos a los enfermos. Hace poco, por ejemplo, el hijo de una de nuestras beneficiarias se fracturó la cadera, algo que anteriormente ella había sufrido por lo que no podía atenderlo… imagínate que estuvo quince días hospitalizado… fui hasta Matanzas a ayudar. Debemos ser bondadosos con los demás –me dice con resolución.

Yo, como cristiana, siempre tengo presente en mi mente aquella palabra de Dios que dice “Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti”. Pude ver la alegría que sintieron al ver la preocupación; al ver una persona conocida, allegada, ir al hospital… a conocer su estado de salud y preocuparse por él. Gracias a Dios el enfermo se pudo operar en Cárdenas y fue todo un éxito. Y están agradecidos por nuestra preocupación, y agradecidos con Dios porque todo salió bien.

 

La felicidad está en muchas cosas, pero para ti, una fundamental consiste en ayudar al prójimo, en tender una mano… ¿estoy en lo cierto?

En este momento me siento útil, me siento realizada como ser humano. Me da alegría, felicidad, saber que puedo servir a otra persona con mi ayuda y con mi presencia… con mi sonrisa. Eso sí, cumpliendo siempre con todas las medidas de higiene que precisa este tiempo de pandemia, para cuidarlos y cuidarnos nosotros; para preservar la salud de manera general. Cada día doy gracias a Dios por trabajar en este lugar.