EL CCRD-C EN EL COLOQUIO LA IGLESIA EN EL ESPACIO PÚBLICO

Equipo del CCRD-C participante en el coloquio
Equipo del CCRD-C participante en el coloquio

“Frente a las tendencias de limitar la fe a un derecho privado, confinándola a los espacios cerrados, afirmamos que es inherente a las comunidades cristianas un rol activo, espiritual y piadoso en el espacio público. Rol que contribuye al bien común, compartiendo visiones y valores, ministrando y siendo ejemplo de relaciones de comprensión que distinguen a una sociedad justa y pacífica; sirviendo al necesitado y denunciando las injusticias que limiten la participación en el espacio público”.

Así versan algunas de las palabras de la Declaración efectuada en la jornada final del I Coloquio La Iglesia en el espacio público, efectuado en el teatro Heredia, de Santiago de Cuba, entre los días 15 y 17 de noviembre. En él participó una representación del Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba, que desde 1991, año de su fundación, tiene por meta el diálogo intercristiano, interreligioso e inclusivo, para la integración social comunitaria.

Esta primicia, cuya distinción fue la polifonía de voces, cristianas o no, derivó de una convocatoria que realizara la Iglesia Evangélica Unida en Cuba (Sínodo Luterano), en voz del obispo Ismael Laborde Figueras. Se abrió paso así a la oportunidad de analizar las virtudes y escollos que han incidido en el encuentro de la Iglesia con el espacio público.Al unísono se replantearon, confirmaron y proyectaron las existentes y noveles áreas de participación en que la Iglesia tiende puentes ainstancias de poder o a la sociedad civil. En cada una de ellas no faltó el correspondiente análisis de la complejidad e impacto que ello acarrea.

Los trabajos presentados por la delegación del CCRD-C, Evangelio, valores y sociedad, de las doctora Patricia de la Paz Sarraff y la psicóloga Rocío Fernández Ruíz; Practicando el amor al prójimo ante catástrofes, de la ingeniera Edelia de la Fe Llerena; Grupos de Reflexión en comunidades de aprendizaje, del psicólogo Frank Alejandro Velázquez Zaldívar y El Departamento de Publicaciones del CCRD-D, promotor del diálogo y la cultura de paz, de los filólogos Dianelys Gómez Torres y Osmany Fernández Gómez, y la licenciada en Estudios Socioculturales Lourmary Rodríguez Santamaría, fueron alentadores para el resto de los participantes del encuentro.

Una de las razones de tal acogida es el resultado de años de experiencia del CCRD-C en favor del entendimiento ecuménico, del esfuerzo mancomunado y diario con actores comunitarios de diferentes ideologías y saberes, en los que solo prima el ansia por mejorar la vida, terrenal y espiritual, individual y colectiva, en diversas comunidades matanceras. Otras son el ejercicio de la democracia practicado por nuestraInstitucióno, para decirlo de otra manera, la asunción de que todos somos iguales ante Dios; onuestra arraigada decisión de aceptar la pluralidad en el diálogo con predominio de la escucha atenta y el destierro del acto de juzgar, donde se abrace a la tolerancia, tan cara en el espacio terrenal desde la confusión babélica.

Este primer diálogo en torno a la Iglesia y el espacio público fue un momento inigualable para ponerse al día sobre los grupos religiosos en la actualidad cubana; para intercambiar sobre el trabajo social comunitario, que proviene o no de alguna denominación religiosa; para limar las asperezas entre las diversas maneras de acercarse a Dios; para articular discursos y acciones que nos lleven a proyectar un futuro alentador en cuanto a la calidad de vida de cada cubano.

Como constancia de ello quedó plasmado el compromiso de la Iglesia que está y actúa en el espacio público:

  1. Compartir la esperanza que nos distingue y hace factible el crecimiento espiritual humano.
  2. Acompañar los procesos de reconciliación por caminos de respeto y confianza mutua.
  3. Promover el diálogo y la evaluación de los asuntos públicos de manera participativa.
  4. Cuidado pastoral y empoderamiento de toda persona vulnerable y necesitada.
  5. Denunciar cualquier injusticia que dañe la dinámica de un espacio público justo para todos.

Solo resta prepararnos para el próximo Coloquio, que se efectuará en el 2020.