
En el Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo-Cuba, se dieron cita, el viernes 9 de noviembre, profesionales y líderes cardenenses, para sostener un intercambio con profesores del Centro de Bioética Juan Pablo II, de La Habana. Su fin fue estrechar vínculos, en aras de incidir positivamente en la vida de su comunidad.
La ética del cuidar –es obvio– no solo tiene que ver con el rol profesional, sino también con un estilo de vida que nos permita coexistir en armonía y respeto con el medio que nos rodea. Las expectativas de los participantes giraron en torno a trabajar diferentes temáticas: los valores, el respeto, satisfacción, tolerancia, las violencias. Centrada la atención en ellos y en otras motivaciones de nuestra existencia, se podrá cuidar y acompañar mejor a otros(as).
«Lo que no tenemos, no lo podemos dar». Por eso el propósito fundamental del encuentro fue diseñar un programa de capacitación, con énfasis en la elaboración de proyectos, sobre una perspectiva bioética, que tengan una incidencia social comunitaria. La sesión de trabajo culminó con agradecimientos por el saber construido y un enfoque esperanzador para futuros encuentros.